La horticultura en la alimentación mundial.
Muchos de los países subdesarrollados no producen alimentos suficientes para abastecer las necesidades de su población.
Los animales son parte de la alimentación mundial y ellos también dependen de las plantas, para darte una idea veremos lo siguiente:
En 1820 un agricultor podía abastecer las necesidades de 4 personas.
En 1920 a 8 personas.
En 1940 a 10 personas.,
En 1950 a 15 personas.
1960 a 25 personas.
Para 1970 a 57 personas.
Para el año 2000 a 100 personas.
Y se calcula que para el 2050 cincuenta tendría que abastecer a 2000 personas, ¿Será posible?
Ya que cada día disminuye el número de cultivadores que ha disminuido hasta llegar sólo al 4% de la población mundial, los terrenos se empobrecen y contaminan por el uso y también disminuyen debido a la mancha urbana.
El presidente de los Estados Unidos Thomas Jefferson uno de los más apasionados de la agricultura, se enorgullecía de sus orígenes campesinos y consideraba la agricultura como la más importante de las artes y una forma armoniosa de obtener nuestros alimentos.
Además de las plantas comestibles como papa, jitomate, cebolla, chícharo, lechuga, cilantro, papaya, fresa, etc., existen otras medicinales, ornamentales e industriales, en realidad es de las plantas donde inicia la cadena alimenticia que da vida a nuestro planeta.
Más allá del reto alimenticio, también tendremos que enfrentar los retos de nuestro cambiante clima, y las plantas suponen una solución a ambos retos. Esta sería la primera respuesta a porque debemos poner atención en el cultivo de las plantas, ya que representa una ayuda global, sin embargo de manera particular, nos representa varias ventajas:
Tener Alimentos limpios, sanos y saludables
Contar con la posibilidad de generar recursos, ya sea bien, adicionales a nuestra economía familiar o bien recursos suficientes para sustentarnos completamente.
Mejorar nuestro entorno.
Realmente si bien debería considerarse como una ley que todos al menos tuvieran unas cuantas plantas en casa, cosa que esta lejos que regulen, al menos por conciencia y beneficio propio, es un punto que no solo hay que considerar, sino ponerlo en marcha, de una manera simple y sencilla como una lechuga en la cocina (insistimos en esto porque es lo más fácil) pero por qué no también un tomate, una acelga, etc. Las plantas son seres increíbles, se adaptan a muchas condiciones, por ejemplo seguro te ha tocado ver que al abrir la puerta del refrigerador te encuentras con una cebolla, con una papa, una zanahoria o un betabel que le están saliendo sus retoños u hojas. ¿No crees que a estas plantas el ambiente de la cocina les caería mucho mejor?. Cierto es que debemos una aclaración, no es lo mismo tener una planta que desarrollar su potencial productivo, es decir seguro no te molestará tener una cebolla chiquita (particularmente en casa consumimos hasta los rabos), o un tomate que se rajó porque un día olvidaste ponerle agua, pero si hablamos de querer hacer un negocio, tendremos que pensar en la presentación comercial, o en las maneras de obtener su máximo potencial productivo.
De cualquier manera ya sea que decidas cultivar para casa o para negocio, una planta es un granito de arena que contribuye a cuidar nuestro planeta.